La Lista de sustancias candidatas es una parte fundamental del Reglamento REACH de la Unión Europea. No solo es un documento técnico, sino una herramienta clave para promover la seguridad química, proteger la salud pública y facilitar la transición hacia un modelo industrial más sostenible.
Pero ¿cómo afecta a las empresas y al medio ambiente? En esta noticia, exploramos el impacto de esta lista, las sustancias incluidas y qué pasos deben seguir las empresas para cumplir con las normativas.
Las sustancias en la lista están identificadas como Sustancias extremadamente preocupantes (SHVC) por sus propiedades dañinas para la salud humana o el medio ambiente. Algunas de estas propiedades incluyen:
La inclusión de una sustancia en la Lista de sustancias candidatas de la ECHA sigue un proceso riguroso:
Primero, los Estados miembros, la ECHA o entidades externas proponen sustancias basándose en nuevos estudios.
Luego, se elabora un informe técnico que documenta las propiedades peligrosas de la sustancia y se somete a consulta pública durante 45 días en la que empresas, ONGs y otras partes interesadas pueden aportar datos adicionales.
Al final, el Comité de los Estados miembros decide si la sustancia debe añadirse a la lista.
Tras la inclusión, estas sustancias pueden ser trasladadas a la Lista de autorización, restringiendo su uso solo a casos aprobados.
La Lista de sustancias candidatas se actualiza regularmente, generalmente dos veces al año (en enero y junio), aunque pueden realizarse actualizaciones extraordinarias si se identifican sustancias con riesgos urgentes. Esta frecuencia permite que la lista se mantenga al día con los nuevos avances científicos y descubrimientos sobre sustancias peligrosas.
La inclusión de sustancias peligrosas en esta lista tiene como objetivo proteger la salud pública y el medio ambiente. Entre los beneficios se destacan:
Para las empresas, la inclusión de sustancias en la Lista de sustancias candidatas supone cumplir estrictos requisitos legales para garantizar la seguridad en su uso.
Esto tiene importantes repercusiones:
1. Transparencia obligatoria:
Las empresas deben informar a los consumidores si alguno de sus productos contiene más del 0,1% de una sustancia incluida en la lista. Esta información debe proporcionarse en un plazo máximo de 45 días tras la solicitud del consumidor.
2. Registro en la base de datos SCIP:
Si los productos contienen sustancias de esta lista, las empresas deben notificarlo a la base de datos SCIP (Substances of Concern In Products). Este registro permite rastrear las sustancias peligrosas en toda la cadena de suministro y fomentar la economía circular.
3. Costes adicionales:
La evaluación, el etiquetado y la sustitución de estas sustancias generan costes económicos y de tiempo. Muchas empresas deben rediseñar sus procesos o encontrar alternativas, lo que puede afectar los plazos de producción y los presupuestos.
4. Reputación y competitividad:
Cumplir con las normativas es esencial para evitar sanciones, pero también para mantener una buena reputación ante consumidores cada vez más exigentes con la sostenibilidad.
¿Está su empresa preparada para cumplir con REACH? Descubra cómo podemos ayudarle contactando con nosotros.
El manejo seguro de productos químicos es una responsabilidad compartida entre fabricantes, distribuidores y usuarios. Para garantizar una comunicación clara sobre los riesgos químicos, el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA o GHS) establece un lenguaje universal basado en pictogramas, frases H y frases P.
Pero ¿qué significan y por qué son tan importantes? Aquí se lo explicamos.
Como ya hemos comentado en noticias previas, el Sistema Globalmente Armonizado (SGA) es un sistema adoptado internacionalmente para identificar y comunicar los peligros asociados a sustancias y mezclas químicas. Fue desarrollado por la ONU y es implementado en muchos países como parte de un esfuerzo para proteger la salud humana y el medio ambiente.
El SGA organiza los riesgos en tres categorías principales:
Los pictogramas del Sistema Globalmente Armonizado son símbolos en forma de rombo apoyado en un vértice con un símbolo en negro, fondo blanco y borde rojo que representan visualmente los peligros. Algunos de los más comunes incluyen:
Cada pictograma es esencial para que los usuarios puedan reconocer rápidamente el tipo de riesgo asociado a un producto. Asegúrese de conocerlos antes de manipular cualquier sustancia química.
Las frases H (del inglés Hazard Statements) describen con palabras específicas los peligros de un producto químico.
Cada frase tiene un código único que comienza con la letra “H”, seguido de tres números. El primer número indica el tipo de peligro (2: peligros físicos, 3: peligros para la salud y 4: peligros para el medio ambiente).
Ejemplos de frases H incluyen:
Estas frases ayudan a que las etiquetas y fichas de datos de seguridad sean claras y uniformes en todo el mundo.
Las frases P (del inglés Precautionary Statements) indican cómo prevenir o mitigar los riesgos asociados a los productos químicos. Al igual que las frases H, las frases P tienen un código estandarizado que comienza con la letra “P”. Ejemplos comunes incluyen:
Estas frases son cruciales para que los usuarios tomen las medidas necesarias para trabajar de forma segura.
Comprender los pictogramas, frases H y frases P del Sistema Globalmente Armonizado (SGA) es esencial para la seguridad en cualquier entorno donde se manipulen productos químicos. Estos elementos no solo protegen a las personas y al entorno, sino que también promueven un comercio global más transparente y seguro.
¡Recuerde! Revise siempre las etiquetas y fichas de datos de seguridad (FDS) antes de trabajar con cualquier producto químico.
La gestión EHS y los criterios ESG son campos muy importantes dentro de la industria, conectados entre sí, tanto EHS como ESG se enfocan en la protección del medio ambiente y las personas.
La gestión EHS se basa en el cumplimiento de la normativa y los criterios ESG en la evaluación de cómo las empresas se involucran en alcanzar objetivos sociales y medioambientales, entre otros.
EHS es el acrónimo de Environment, Health and Safety (Medio ambiente, salud y seguridad).
La gestión EHS se enfoca en el estudio y la implementación de prácticas sobre la protección medioambiental, de la salud y la seguridad de las personas, sobre todo en el campo laboral.
Las empresas deben basarse en la gestión EHS para asegurar que sus actividades no causen daños.
La industria química empezó a pensar en la importancia de la gestión EHS en 1985 como consecuencia de varios accidentes catastróficos.
Creación de un enfoque sistémico conforme a la normativa medioambiental que evite o mitigue los daños ambientales.
Creación y desarrollo de procesos, métodos de trabajo y actividades sistémicas que prevengan o reduzcan el riesgo de daño a las personas en general, operarios o pacientes.
Creación de esfuerzos y procedimientos que identifiquen los posibles peligros en el lugar de trabajo y reduzcan los accidentes, las situaciones peligrosas y las sustancias nocivas.
Emisiones atmosféricas y calidad del aire. | Peligros físicos, químicos y/o biológicos. | Aguas residuales y calidad del agua. |
Transporte de mercancias peligrosas. | Seguridad estructural de infraestructuras en proyecto. | Planes y respuesta de emergencia. |
Seguridad viaria. | Monitorización. | Prevención de enfermedades. |
Gestión de residuos. | Comunicación y formación. | Conservación de la energía. |
Contaminación del suelo. | Seguridad frente a incendios. | Uso de ropa y EPI. |
ESG es el acrónimo de Environmental, Social and Governance (Ambiental, social y de gobernanza).
Los criterios ESG procuran evaluar hasta qué punto una empresa trabaja en los objetivos sociales que van más allá del papel de una corporación que maximice las ganancias de los accionistas de la empresa.
Por lo general, los objetivos sociales defendidos dentro de una perspectiva ESG incluyen trabajar para lograr un determinado conjunto de objetivos ambientales, de apoyo a ciertos movimientos sociales y de diversidad, equidad e inclusión.
Una variedad de organizaciones gubernamentales e instituciones financieras han ideado formas de medir hasta qué punto una corporación específica está alineada con los objetivos ESG.
El movimiento mundial más destacado en este sentido es la adopción de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por parte de las Naciones Unidas en 2015. El término ESG se utilizó popularmente por primera vez en un informe de 2004 titulado «A quién le importa, gana», que fue una iniciativa conjunta de instituciones financieras por invitación de la ONU.El informe ha sido respaldado por 20 instituciones destacadas.
Cada vez más inversores incluyen el desarrollo de criterios ESG en el análisis de inversión. La relación entre la consideración de las cuestiones ESG y el desempeño financiero es cada vez mayor.
Engloban el efecto que la actividad de las empresas tiene en el medio ambiente, de forma directa o indirecta.
Incluyen el impacto que una determinada empresa tiene en su entorno social, en la comunidad.
Se refiere a la gobernanza empresarial. Por ejemplo, a la composición y diversidad de su Consejo de Administración, las políticas de transparencia en su información pública. También a sus códigos de conducta.
Puntuación medioambiental
Calificación de los factores que afectan al entorno rural, como las emisiones de carbono, los recursos naturales, la eficiencia energética, la gestión de residuos y el abastecimiento de materias primas.
Los factores que pueden afectar negativamente a la puntuación medioambiental son la gestión irresponsable de materiales y residuos, las emisiones tóxicas y la falta de abastecimiento sostenible.
Puntuación social
Esta calificación viene determinada por la satisfacción del cliente, los derechos humanos, las normas laborales, la diversidad y la inclusión, la seguridad de los datos y la privacidad.
Puntuación de gobernanza
Calificación que examina las prácticas y normas de funcionamiento de una empresa. Para obtener una puntuación de gobernanza alta, una empresa debe:
Los inversores quieren ver empresas que practiquen una sólida ética empresarial, así como que ofrezcan transparencia a las partes interesadas, los clientes y los empleados.
Si quiere conocer más sobre nuestras soluciones no dude en contactar con nosotros a través de nuestra página web o enviándonos un correo a info.es@lisam.com
El Reglamento (CE) 1223/2009, normativa de la UE sobre productos cosméticos, establece los requisitos para la seguridad, composición y comercialización de los productos cosméticos en el mercado europeo.
Esta normativa protege a los consumidores y garantiza que los productos cumplan con rigurosos estándares de seguridad, afectando tanto a fabricantes como a distribuidores e importadores. A continuación, exploramos en detalle los aspectos más relevantes, incluidas las restricciones sobre ingredientes y el etiquetado de alérgenos.
Este reglamento, en vigor desde julio de 2013, establece un marco claro para la producción y venta de cosméticos en la UE. Su objetivo principal es proteger la salud de los consumidores, garantizando la seguridad de los productos cosméticos a través de un sistema riguroso de control y verificación.
Uno de los aspectos más importantes del Reglamento (CE) 1223/2009 es la regulación de ingredientes y alérgenos en los cosméticos. A continuación, se detallan los puntos clave:
El incumplimiento de las restricciones sobre ingredientes y alérgenos puede acarrear sanciones y la retirada del producto del mercado. Las autoridades nacionales supervisan estos aspectos para garantizar el cumplimiento del Reglamento.
Para asegurar el cumplimiento riguroso del Reglamento (CE) 1223/2009 en el etiquetado y documentación de productos cosméticos, Lisam colabora con la Asociación Internacional de Fragancias (IFRA). Así, ofrece soluciones que garantizan que los informes, folletos, etiquetas e informes de alérgenos se ajusten a la normativa vigente.
Tanto en la UE como en EE. UU., los fabricantes de cosméticos deben cumplir normativas estrictas que exigen la evaluación y certificación de la seguridad de sus productos antes de su comercialización. En la UE, el Reglamento (CE) 1223/2009 es la normativa fundamental, y establece que todos los ingredientes deben estar claramente indicados en el etiquetado y cumplir con los requisitos de seguridad y transparencia para el consumidor.
IFRA es la organización mundial que representa a los principales productores de fragancias. Gracias a su relación, Lisam asegura que sus soluciones se mantienen actualizadas según las últimas enmiendas de IFRA. Los sistemas de Lisam integran las directrices y estándares más recientes de la industria, facilitando a los fabricantes cumplir con los requisitos de la normativa de la UE sobre productos cosméticos, así como con normativas internacionales.
Lisam ofrece una solución específica para la industria cosmética mediante su módulo de cosméticos en ExESS. Esta solución permite a los fabricantes y distribuidores generar informes y certificados en conformidad con las asociaciones y normativas de la UE y Norteamérica.
En definitiva, el Reglamento (CE) 1223/2009 de la UE ha sido un paso fundamental para asegurar que los cosméticos sean seguros para todos los consumidores. Las restricciones sobre ingredientes y la regulación de alérgenos no solo aumentan la seguridad, sino que también permiten a los consumidores alérgicos tomar decisiones informadas. Tanto fabricantes como consumidores deben estar al tanto de estas normas para garantizar la calidad y seguridad de los productos cosméticos.
Si quiere conocer más acerca de las nuevas actualizaciones de este reglamento, consulte la noticia sobre las últimas modificaciones Reglamento 2023/1545 (Modificación Reglamento 1223/2009).
Por otro lado, si desea más información contáctenos o reserve su demo gratuita.
El etiquetado y envasado de productos químicos son procedimientos esenciales para identificar y comunicar los riesgos asociados con el uso, transporte y almacenamiento de sustancias peligrosas. La correcta información, mediante etiquetas y envases adecuados, ayuda a proteger a las personas y al medio ambiente de posibles peligros derivados de estas sustancias.
Estos procedimientos están regulados por normativas internacionales. El Reglamento sobre clasificación, etiquetado y envasado (CLP) en la UE o el Sistema Globalmente Armonizado de clasificación y etiquetado (SGA) a nivel global proporcionan un estándar para los productos químicos.
El SGA (también conocido como GHS), promovido por las Naciones Unidas, establece una base de criterios universales para clasificar y etiquetar productos químicos de forma coherente. Aunque el CLP adapta estos criterios a nivel europeo, el SGA es un sistema internacional y de adopción voluntaria. El SGA establece que las etiquetas deben proporcionar información clara sobre los riesgos.
El Reglamento (CE) nº 1272/2008 establecido por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), regula el etiquetado en la Unión Europea. Está basado en el Sistema Globalmente Armonizado (SGA) de la ONU. Sus objetivos principales son:
Los pictogramas son símbolos en las etiquetas que comunican visualmente los peligros asociados con un producto químico. Cada pictograma tiene un diseño y color específicos, que deben cumplir con ciertos requerimientos para asegurar su visibilidad y comprensión inmediata.
Los pictogramas utilizados en el etiquetado de productos químicos según CLP son los siguientes:
Explosivo | Gas a presión | Peligro para la salud |
Inflamable | Corrosivo | Peligro grave para la salud |
Comburente | Toxicidad aguda | Peligro para el medio ambiente |
Palabras de advertencia | Información del proveedor |
Indicaciones de peligro (Frases H) | Identificación del producto |
Consejos de prudencia (Frases P) | Instrucciones en el idioma local |
Además de los pictogramas de peligro, en las etiquetas de productos químicos suelen aparecer otros símbolos que indican el cumplimiento de normas adicionales, como:
Para los productos químicos, reunir toda la información en una sola etiqueta en lugar de en etiquetas separadas permite una identificación rápida y clara de los peligros y las instrucciones de uso, mejorando la seguridad. Los principales motivos para agrupar toda la información en una única etiqueta son:
El cumplimiento de las normativas de etiquetado y envasado, así como la inclusión de toda la información en una etiqueta única y completa, asegura una manipulación segura de los productos químicos. Al seguir las pautas CLP y SGA, las empresas no solo cumplen con los requisitos legales, sino que también contribuyen a una cultura de seguridad, protegiendo la salud de los usuarios y del medio ambiente y generando confianza en el mercado de productos químicos.
Sin embargo, esto presenta varios retos que van desde la complejidad de la normativa hasta los desafíos logísticos y de comunicación. Estos pueden impactar tanto a fabricantes como a distribuidores de productos químicos, y son clave en la estrategia de cumplimiento de las empresas.
La gestión del etiquetado y envasado de productos químicos es compleja y presenta numerosos retos en términos de diseño, normativas, sostenibilidad, logística y control de calidad. Sin embargo, Lisam y su software ExESS® le ofrecen la oportunidad de adaptarse rápidamente a cualquier tipo de cambio, cumplir rigurosamente con la última regulación y estar al día.
Si quiere saber más sobre etiquetado y envasado, no dude en descargarse nuestra Guía Esencial sobre Etiquetado y Envasado de Productos Químicos o reservar su demo.
El Decreto 1496 de 2018 emitido por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, establece directrices cruciales para la gestión y control de sustancias químicas en el país.
Junto con la Resolución 773 de 2021, regula la gestión de sustancias químicas en Colombia bajo el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (SGA). De esta forma, la legislación ambiental colombiana queda alineada con los estándares de Naciones Unidas, reduciendo riesgos para la salud y el ambiente y facilitando el comercio de productos químicos a nivel internacional.
El Decreto 1496 de 2018 es una normativa emitida por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia que establece las directrices para el manejo y control de sustancias químicas peligrosas en el país. Su objetivo es garantizar que las empresas y sectores que trabajan con productos químicos cumplan con los criterios de clasificación y etiquetado del Sistema Globalmente Armonizado (SGA) de las Naciones Unidas, alineando la normativa nacional con las mejores prácticas internacionales.
El SGA es un sistema adoptado internacionalmente y promovido por la ONU que proporciona criterios unificados para la clasificación de productos químicos según sus peligros físicos para la salud y el medio ambiente, así como su comunicación. Su implementación en Colombia, a través del Decreto 1496 de 2018, permite una mayor coherencia en la gestión de riesgos, facilitando el comercio y asegurando que los productos químicos tengan etiquetas y fichas de seguridad comprensibles para los usuarios.
Esta normativa afecta a empresas y sectores industriales que fabrican, importan, comercializan o manipulan sustancias químicas en Colombia. Incluye, además, a los sectores agrícola, de manufactura, construcción y servicios que utilizan estos productos en sus actividades.
El Decreto 1496 de 2018 en Colombia se basa en la sexta edición revisada (2015) del SGA/GHS, la cual establece que las etiquetas y las fichas de datos de seguridad (FDS) sean elementos esenciales de comunicación para advertir sobre los riesgos asociados a estas sustancias, con el fin de proteger tanto la salud humana como el ambiente y facilitar el comercio seguro. Por tanto, con la implementación del Decreto 1496, las empresas colombianas deberán actualizar sus procesos de etiquetado, fichas de seguridad y manejo de residuos de acuerdo con los criterios del SGA.
Por otro lado, la Resolución 773 de 2021, complementa al Decreto 1496 de 2018 al profundizar en los requisitos de contenido de las etiquetas y fichas de seguridad (FDS). Establece aspectos adicionales como que las FDS deben estar disponibles en formato físico o digital, incluir teléfonos de emergencia y abordar y la gestión de la Información Comercial Confidencial (ICC). Asimismo, la normativa detalla los pasos que los empleadores públicos y privados deben seguir para aplicar el SGA en los lugares de trabajo, definiendo los elementos de etiquetado para productos peligrosos y no peligrosos, el tamaño y contenido de las etiquetas según el tipo de envase, y los criterios de identidad química de los componentes.
La Resolución 773 de 2021, publicada en el Diario Oficial 51.640 de Colombia el 9 de abril de 2021, establece los plazos para su implementación a partir de esa fecha:
El Decreto 1496 de 2018 busca promover un ambiente de trabajo seguro, donde los trabajadores y la comunidad puedan identificar claramente los riesgos de los productos químicos. Esto reduce el impacto ambiental y minimiza el riesgo de accidentes laborales asociados al manejo de sustancias peligrosas. Sin embargo, la implementación del decreto representa un reto para algunas empresas, especialmente las pequeñas y medianas, debido a los costos asociados con la capacitación y el ajuste de sus procesos a los estándares del SGA.
El Decreto 1496 de 2018 es un paso crucial para Colombia en términos de gestión ambiental y de salud pública, promoviendo una cultura de prevención y de responsabilidad empresarial. Su implementación completa representa un avance para el país hacia un desarrollo sostenible y seguro, acorde con las tendencias globales en seguridad química.
A través de la última incorporación del módulo de Colombia en nuestro software ExESS®, podrá cumplir con la última normativa de forma rápida y sencilla. Si quiere saber cómo, reserve su demo.
El Reglamento (CE) n.º 1272/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre clasificación, etiquetado y envasado de sustancias y mezclas modifica y deroga las Directivas 67/548/CEE y 1999/45/CE y modifica el Reglamento (CE) n.º 1907/2006.
El Reglamento CLP se implementó en la Unión Europea en 2009. Desde ese momento se ha ido actualizando, teniendo en cuenta las disposiciones del Sistema globalmente armonizado de clasificación y etiquetado de productos químicos (SGA). El objetivo del SGA es crear un único sistema internacional.
El Reglamento CLP es de obligado cumplimiento para todos los Estados miembros y todos los sectores industriales.
Las sustancias químicas peligrosas, antes de su comercialización, deben ser clasificadas, etiquetadas y envasadas por los fabricantes, importadores y usuarios intermedios de sustancias y mezclas.
El fabricante, importador o usuario intermedio debe autoclasificar la sustancia o mezcla, es decir, identificar sus peligros y comparar la información sobre peligros con los criterios previstos en el Reglamento CLP.
Si una sustancia se clasifica como peligrosa debe comunicarse al resto de agentes de la cadena de suministro, incluidos los consumidores.
Mediante etiquetas y FDS se comunica la clasificación del peligro al usuario para alertarle de la presencia de un peligro y de la necesidad de gestionar los riesgos asociados.
Si quiere saber más sobre FDS consulte nuestra Guía esencial sobre Fichas de Datos de Seguridad (UE).
El Reglamento CLP establece requisitos para el etiquetado. Elementos de etiquetado para todas las clase y categorías de peligro:
El envase de una sustancia química peligrosa debe diseñarse, construirse y cerrarse de forma que su contenido no pueda salir en ningún momento.
Mediante la clasificación y etiquetado armonizados se busca garantizar una gestión adecuada de riesgos para toda la UE de los peligros más preocupantes. Sustancias clasificadas por su carcinogenicidad, mutagenicidad, toxicidad para la reproducción (CMR) y por su sensibilización respiratoria o por otros efectos que se estudiarán en cada caso concreto.
Las clasificaciones armonizadas figuran en el anexo VI del Reglamento CLP y deben ser aplicadas por todos los fabricantes, importadores y usuarios intermedios de dichas sustancias y de las mezclas que las contienen.
Información para cada entrada:
El anexo VIII entró en vigor en 2017 y establece disposiciones establece disposiciones para armonizar el formato y contenido de la información relativa a la respuesta sanitaria en caso de urgencia que las empresas que comercializan mezclas peligrosas en el mercado europeo tienen la obligación de facilitar a los organismos designados por cada Estado miembro (es decir, los «organismos designados»).
La información que exige está a disposición de los centros de información toxicológica, que tienen la misión de prestar asesoramiento médico al público en general y a los profesionales médicos en caso de urgencia.
La ECHA es el organismo que ha de especificar el formato armonizado, es decir, el formato de notificación al centro de información toxicológica (PCN)
A fin de mejorar la respuesta en caso de urgencia y facilitar el trabajo de los centros de información toxicológica en general, el anexo VIII ha introducido un nuevo identificador único de la fórmula (UFI).
Si quiere conocer en mayor profundidad el PCN y el UFI consulte nuestra Guía esencial sobre UFI y PCN.
Los valores límite, normalmente conocidos como límites de exposición profesional (Occupational Exposure Limits, OEL, en inglés), son los valores de referencia para la evaluación y control de los riesgos inherentes a la exposición, principalmente por inhalación, a los agentes químicos presentes en los puestos de trabajo y, por lo tanto, para proteger la salud de los trabajadores.
Los límites de exposición profesional deben ser incluidos en la Sección 8 de la Ficha de datos de seguridad (más información sobre FDS) y, como indica la normativa, no se debe indicar el valor, sino la regulación de la cual se ha extraído este valor.
Dentro de los límites de exposición profesional podemos distinguir entre dos tipos:
Mantener los LEP al día es una labor compleja, ya que hay que seguir regulaciones locales, nacionales e internacionales sin una periodicidad determinada. Nos encontramos con países que actualizan sus valores anualmente mientras que otros los actualizan más de una vez al año o, incluso, no actualizan en varios años.
Para toda los miembros de la Unión Europea la Comisión Europea proporciona unos límites de exposición profesional (ambientales y biológicos):
En España el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) publica cada año los Límites de Exposición Profesional para Agentes Químicos en España actualizados.
En Lisam, tenemos un equipo destinado al control de los valores límite, cada vez que hay una actualización, nuestros clientes reciben los nuevos valores en un corto período de tiempo.
Actualmente, cubrimos los siguientes países:
1 | Albania (+VLB) | 23 | Estonia | 45 | Malta |
2 | Alemania (+VLB) | 24 | Europa | 46 | Marruecos |
3 | Argentina (+VLB) | 25 | Filipinas | 47 | México (+VLB) |
4 | Australia | 26 | Finlandia (+VLB) | 48 | Montenegro |
5 | Austria | 27 | Francia | 49 | Noruega |
6 | Bélgica (+VLB) | 28 | Gibraltar | 50 | Nueva Zelanda |
7 | Bielorrusia | 29 | Grecia | 51 | Países Bajos (+VLB) |
8 | Brasil (+VLB) | 30 | Hungría | 52 | Polonia |
9 | Brunéi | 31 | India | 53 | Portugal |
10 | Bulgaria | 32 | Indonesia | 54 | Reino Unido |
11 | Bután | 33 | Irlanda (+VLB) | 55 | República Checa |
12 | Canadá (Todas las provincias) | 34 | Islandia | 56 | Rumania |
13 | Chile (+VLB) | 35 | Italia | 57 | Rusia |
14 | China (+VLB) | 36 | Japón (+VLB) | 58 | Serbia (+VLB) |
15 | Chipre | 37 | Kazajistán | 59 | Singapur (+VLB) |
16 | Corea | 38 | Kenia (+VLB) | 60 | Sudáfrica |
17 | Croacia | 39 | Kosovo (+VLB) | 61 | Suecia (+VLB) |
18 | Dinamarca | 40 | Letonia | 62 | Suiza (+VLB) |
19 | Eslovaquia | 41 | Lituania | 63 | Tailandia (+VLB) |
20 | Eslovenia | 42 | Luxemburgo (+VLB) | 64 | Taiwán |
21 | España (+VLB) | 43 | Macedonia | 65 | Turquía |
22 | EE. UU. | 44 | Malasia (+VLB) | 66 | Vietnám |
Para cualquier consulta relacionada con valores límites no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
El Reglamento (CE) nº 648/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre detergentes es una legislación de la Unión Europea que regula la comercialización y el uso de detergentes en el mercado europeo.
Adoptado el 31 de marzo de 2004, este reglamento establece requisitos específicos en varias áreas clave relacionadas con los detergentes y desde su entrada en vigor en 2005, la industria de los detergentes en la Unión Europea se ha enfrentado a un entorno regulatorio complejo que abarca desde la composición y biodegradabilidad de los productos hasta el etiquetado y la información para los consumidores.
Este reglamento busca equilibrar la protección del medio ambiente y la salud pública con el desarrollo económico, asegurando que los detergentes en el mercado sean seguros y ecológicamente responsables.
Para facilitar el cumplimiento de estas exigencias, Lisam ha desarrollado una solución innovadora que automatiza la producción de etiquetas y fichas de datos de ingredientes conforme a la normativa internacional, simplificando más que nunca el proceso para los fabricantes. Si desea saber más contacte con nosotros o reserve su demo gratuita.
La herramienta ExESS de Lisam ofrece una solución para la industria de detergentes que incorpora las listas regulatorias y plantillas de informes y certificados exigidos por las principales asociaciones de la industria en la UE.
Esta solución es compatible con el Reglamento 648/2004, garantizando que las empresas puedan generar documentación regulatoria, como etiquetas de ingredientes y fichas de datos de ingredientes, cumpliendo con los requisitos legales.
El software ExESS no solo facilita la creación de documentación regulatoria sino que también ofrece un conjunto completo de herramientas para la gestión de calidad y seguimiento de inventarios, incluyendo:
El software ExESS proporciona una variedad de informes y vistas específicos para satisfacer las necesidades de la industria, tales como:
Además, la herramienta cuenta con acceso a varias bases de datos de sustancias, incluyendo la lista INCI, bases de datos de sustancias de la IFRA (International Fragrance Association), CosIng, y otras bases de datos propias de ExESS, garantizando un amplio soporte y actualización constante de la información.
Con la solución de Lisam, las empresas de detergentes pueden no solo cumplir con la normativa vigente, sino también optimizar sus procesos internos, asegurando la transparencia y seguridad en toda la cadena de producción y comercialización de sus productos.