Los bonos de sostenibilidad están a punto de convertirse en la próxima gran tendencia - Lisam

25 mayo 2021

Los bonos de sostenibilidad están a punto de convertirse en la próxima gran tendencia

En 2021, ser sostenible ya no es solo una estrategia para atraer consumidores: es vital para la supervivencia de las empresas. Clientes, empleados, accionistas y reguladores exigen cada vez más acciones concretas en temas ambientales y sociales. Pero para hacerlo realidad, se necesita un ingrediente esencial: dinero. Medidas como instalar sistemas de energía renovable o migrar a flotas ecológicas requieren una inversión inicial significativa, lo que puede ser inalcanzable para empresas con presupuestos limitados. Aun así, muchas han encontrado formas creativas de financiar sus iniciativas sostenibles mientras atraen a un público más amplio de inversionistas. Una estrategia que está ganando impulso es la emisión de bonos de sostenibilidad.

¿Qué son los bonos de sostenibilidad?

Los bonos de sostenibilidad son instrumentos financieros cuyos fondos se destinan a proyectos con beneficios ambientales y sociales. Grandes empresas, como Aflac y Alphabet (empresa matriz de Google), ya han empezado a utilizar esta estrategia.

Historia de la recaudación de fondos para iniciativas de sostenibilidad

Sin embargo, la historia se remonta a mucho antes. En 2007, el Banco Europeo de Inversores emitió los primeros bonos verdes del mundo, llamados Climate Awareness Bonds (CAB), como una manera de atraer a los inversores concienciados. Los fondos obtenidos con estos bonos se destinaron a proyectos de energía renovable, eficiencia energética y mitigación del cambio climático.

Desde entonces, el mercado de los bonos verdes ha crecido de manera exponencial. Hasta el momento, se han emitido 1 billón de $ en bonos verdes, según la Base de datos de bonos verdes de Climate Bonds Initiative. A pesar de la pandemia y la recesión económica, que afectó a casi todos los sectores del mercado, la demanda de bonos verdes no se ralentizó. En 2020 se emitió la impresionante cifra de 222 800 millones de $.

Fuente: Climate Bonds Iniatitive

Las iniciativas actuales

A medida que aumenta la preocupación por el cambio climático y la justicia social, los inversores cada vez ven más el ESG como una manera de mitigar los riesgos de cartera. La consecuencia de esto es el aumento de bonos de sostenibilidad.

A diferencia de los bonos verdes, los bonos sostenibles incluyen tanto las iniciativas ambientales como las sociales. Al integrar un mayor número de esfuerzos, los bonos sostenibles reflejan una creciente conciencia entre ejecutivos y directores de que los criterios ESG se han generalizado en la comunidad inversora.

De hecho, Deloitte predice que los activos con criterios ESG podrían constituir la mitad de todas las inversiones gestionadas profesionalmente para 2025, alcanzando un total de 35 billones de $. Claramente, esto tiene un enorme potencial para que las empresas aprovechen el aumento de inversores centrados en el ESG.

Los fondos procedentes de los bonos sostenibles ofrecen a las empresas el capital que tanto necesitan para ampliar sus iniciativas ambientales y sociales. Por ejemplo, recientemente la compañía de agua Solaris Midstream Holdings emitió 400 millones de $ en bonos sostenibles. La empresa, que recicla el agua producida en la extracción de petróleo y gas, usará los fondos de estos bonos para impulsar nuevas oportunidades de crecimiento.

Alternativas a los bonos sostenibles

Los bonos sostenibles no son la única forma de financiar las iniciativas ambientales. En los últimos años, la financiación de la transición climática también ha tomado impulso. A diferencia de los bonos sostenibles, que se centran en actividades que ya son ecológicas, la financiación de la transición climática ofrece apoyo financiero para ayudar a los grandes contaminadores para que aumenten sus esfuerzos de descarbonización. Esto es particularmente importante en los sectores industriales como el petróleo y el gas, el cemento, la producción de plásticos y productos químicos y el transporte.

Para las organizaciones, estos instrumentos de inversión proporcionarán más recursos con los que abordar sus iniciativas de sostenibilidad. Por supuesto, que acarrean compromisos. Si bien no existen criterios de divulgación universales para los bonos sostenibles, generalmente se espera que las empresas proporciones a los inversores informes sobre cómo utilizan los ingresos de los bonos y el impacto en factores ambientales y sociales.

A diferencia de los bonos sostenibles, los bonos ligados a la sostenibilidad están vinculados a indicadores claves de rendimiento. Las empresas que no alcancen los objetivos como el reciclaje y la reducción de emisiones suelen aceptar pagar más intereses. Y es así, como las empresas que planean emitir bonos sostenibles o ligados a la sostenibilidad necesitarán considerar cómo medir e informar sobre estas métricas.

Mejore sus informes de sostenibilidad con Lisam

Para la mayoría de las organizaciones, la recopilación de datos y la elaboración de informes es un proceso manual que consume mucho tiempo. Un elemento que puede ayudar a los emisores a satisfacer la demanda de informes de impacto es el uso de un software de gestión ESG. Un software ESG eficaz incluye planes de acción y opciones de informes personalizados. Esto facilita a los directores medir el progreso de los objetivos y tomar decisiones estratégicas. Los datos se pueden capturar en la fuente y analizar de manera eficiente para informar mediante métricas clave como reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero y el aumento de la eficiencia energética. Los datos se pueden capturar en la fuente y analizar eficientemente para generar informes sobre métricas clave como la reducción de gases de efecto invernadero y las mejoras en la eficiencia energética.

En Lisam ofrecemos soluciones flexibles y asequibles diseñadas para empresas con grandes volúmenes de datos y necesidades de informes complejos. Para saber más, rellene este formulario para solicitar una demo.

Autor

Lisam